A estas alturas de tu vida, fijo que te ha tocado tragar cuernos, conocer fotos de perfil perfectas con las que te aburrías en directo, haber estado en relaciones tóxicas (o haber sido tú el tóxico para alguien) y haber aprendido algo de ello… Puede que tengas el corazón lleno de heridas remendadas o partío en trocitos.
Y puede que todo eso… no sea ‘generacional’; sino un camino de cicatrices y crecimiento que hace que tú, hoy, tengas un concepto evolucionado de eso que llaman amor:
- Quizás ahora relativices lo que te parecía una pesadilla hace 10 años…
- Quizás ahora pasas de buscar ‘un tipo único de persona’ y estés abierto a más variedad con tal de que te llene en lo importante.
- Quizás ahora empiezas a anteponer el ser feliz tú primero, como pre-requisito para abrirte a alguien.
Si es tu caso, enhorabuena. Porque estás lleno de la materia prima que ni se crea ni se destruye; solo se transforma: el amor, vivito y coleando.